Alberto Noguera, porteño de origen, llegó a donde en ese momento, era prácticamente «la nada misma», el 1º de mayo de 1967, y desde entonces se afincó en el naciente balneario, donde desempeñando «Mil oficios» , desde albañil a rotisero, constituyó su familia y vivió todas las etapas del crecimiento de Las Grutas, no sin sacrificios, ni privaciones.
Vital, jovial y memorioso ,Alberto desgranó vivencias y anécdotas de los primeros años cuando en invierno, duro y largo eran poco mas de 20 vecinos y consideró como primer paso comunitario la aparición de un maestro buscando chicos para armar la primera escuelita, y las veces que tuvo que venir a San Antonio Oeste, caminando a buscar provisiones para su familia.