En su cotidiano encuentro, los periodistas informan, analizan y opinan sobre distintos tópicos de la actualidad, cada cual desde su perspectiva, para que cada quién saque sus propias conclusiones.
El histórico palacio municipal, construido y pagado por los vecinos en los primeros años del siglo XX y donado al gobierno, está afectado en sus pisos por los serruchos que subterráneamente aparecen bajo los sillones de algunos despachos de funcionarios.
La mayoría, por compañeros de los que quieren desalojar de sus cargos y otros particularmente en el área turismo, por cuenta de un, según dice ser, «Idóneo» en turismo que quiere acceder a la caja del Emprotur, poniéndolo a cargo de su socia.
La excusa sería la «Profesionalización» del área, ya que su asociada es profesional del rubro, pero que en su momento, en plena pandemia habría cobrado por dictar vía zoom unas capacitaciones que dejaron mucho que desear y mientras todos estábamos encerrados por la pandemia, se dio el lujo de ir a una peluquería, donde saltó la alarma ya que no habría ingresado «normalmente» a nuestra comunidad.
Pero como si esto fuera poco, ahora aparecería una nueva nueva candidata, que fue ministro del área, a la que el entonces gobernador Alberto Weretilneck, habría despojado del cargo por presuntas «irregularidades «con algunas partidas que manejaba su marido, muy allegado a operadores locales.
