Esmir Ocampo, descendiente de la familia Ullúa, habla sobre la situación de las tierras que su familia «pobló» desde los primeros años del siglo pasado, hoy en instancias judiciales decisivas, y señaló que tanto con las tierras de su sucesión familiar, como las de otras familias afincadas en la zona aledaña al puerto de ultramar rionegrino, «Hubo mucho «vivo» con poder, que usurpó, retraso y hasta estafaron» a los descendientes de esas valiosas parcelas.